Los nuevos intermediarios: operadores turísticos P2P
Cambio es esa constante que se permea de manera cada vez más rápida en nuestra sociedad actual. ¿Te has percatado de que las personas en lugar de acumular posesiones como viviendas, terrenos o autos, ahora optan por compartir con otras personas aunque sean desconocidos? ¡Sí! Es lo que se ha denominado consumo colaborativo, una nueva manera de intercambiar y/o alquilar a través del uso de la tecnología y es una de las grandes tendencias globales que está transformando la manera de viajar y consumir.
Transporte por carretera, alojamiento, experiencias en el destino, restauración… prácticamente todos los sectores de la industria turística están modificando sus operaciones por la llamada “economía compartida”.
La empresa eMarketer predijo que para 2021 el valor de transacción de pagos en Estados Unidos usando el modelo peer to peer será de 240.000 millones de dólares. Aunque la banca es uno de los sectores que ha adoptado este modelo, los emprendedores y desarrolladores han hecho el trabajo de expandirse a nuevos escenarios.
No nos sorprende entonces que el turismo sea uno de los sectores donde más se aprovecha este cambio. Es por ello que, el turismo “peer to peer” (P2P) es una de las tendencias que está transformando entre más factores el cómo percibimos estilos y formas de vivir y sobre todo cómo nos adaptamos a nuevos modelos económicos.
Nos queda claro que esta tendencia tiene garantizado un buen porvenir gracias al internet. Es un hecho que, en gran medida los negocios en un futuro cercano se desarrollarán en forma digital (aunque ya existe una tendencia muy marcada y que sigue creciendo).
El modelo P2P ha tenido un gran impulso en los últimos años gracias a la aparición de webs especializadas que ponen en contacto a los particulares que ofrecen servicios relacionados con la satisfacción de necesidades de quien viaja con esos clientes potenciales.
Es importante mencionar que este modelo de negocio crece por los mismos beneficios que otorga a quienes lo integran, son fuentes de autoempleo, flexibles en horarios, y necesitan una mínima inversión. Y si lo vemos desde la perspectiva de quien viaja y opta por estas alternativas aunado a que existe un ahorro considerable.
El tema en la mesa ahora es, ¿Cómo adaptarnos a esta nueva tendencia?
Como seres humanos, buscamos por naturalidad validación de otros para reafirmar la toma de decisiones, ¿Cómo aprovecharlo? ¿Por qué no darle la libertad al usuario de generar calificaciones sobre la experiencia que nuestros servicios le brindan? Hagámoslo participe de las mejoras en nuestro negocio; ésta puede ser una oportunidad para mejorar aspectos que escapan de nuestras perspectivas habituales.
Brindémosle mayor peso a la experiencia que envuelve al servicio. Nos encantan las historias y una buena opción es generando anécdotas o temáticas que cautiven al usuario mucho antes de que tome su elección. Vendamos experiencias, así que dejemos un buen sabor de boca.
Esto mismo va acompañado de la empatía. Como consumidores, además de experiencias que delaten cada uno de nuestros sentidos buscamos que las compañías nos entiendan. Esto ha tomado un enorme peso en la actualidad, no nos basta con adquirir un producto o servicio que satisfaga una necesidad sino que tenga un discurso con el que conectemos.
¿Qué sucede en últimas instancias? Un usuario complacido dará buenas referencias sobre nuestro trabajo llevándose experiencias positivas.
La hospitalidad es una labor compleja que requiere de grandes detalles y empatía, pero como expertos en ello conseguimos proveer un “hogar fuera del hogar”.
¿Ya conocías a estos intermediarios? ¿Cómo crees que podrían enriquecer nuestra labor de hospitalidad?
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